RETRO.Modern.TOY... The activity of creating new forms, compositions of matter, devices, or processes, or to the products of this activity. Some inventions are based on pre-existing forms, compositions, processes or ideas. Other inventions are radical breakthroughs which may extend the boundaries of human knowledge or experience. Art is the process or product of deliberately arranging elements in a way that appeals to the senses or emotions. It encompasses a diverse range of human activities, creations, and modes of expression, including music and literature. The meaning of art is explored in a branch of philosophy known as aesthetics. This Blog is created in order to inspiring creativity in your mind. This is for your inspiration, and designed as your inhalator in a view of fashion, music, art, sex, photography and design. Defend culture. Use the human abilities to make a better world. Love all the cultures. Hipster lifestyle. Keep dreaming. Keep your heart alive. Keep you mind awake. Keep your critical opinion. Criticize and revolucionize this world. Keep your self true. Keep your mind out of all the manipulated world. Keep yourself human. Break frontiers. You only have one life. Do something that is worth it. RETRO.Modern.TOY. do not own the copyrights of published material. This might be a homage to the artist and the artist material. Please, contact us if you have regards about the publications. Creativity is not only the inocent spontaniety of the youth and the childhood, it must also be accompanied by the passion of the adult, wich is the passion that lives beyond the death. ...Les petits aviateurs qui rêvent. By Hacomar Diepa Perdomo.





Sunday, February 21, 2010

Ni leyes, ni justicia

(Texto estraído íntegramente de los Cuadernos de Saramago)

En Portugal, en la aldea medieval de Monsaraz, hay un fresco alegórico de finales del siglo XV que representa al Buen Juez y al Mal Juez, el primero con una expresión grave y digna en el rostro y sosteniendo en la mano la recta vara de la justicia, el segundo con dos caras y la vara de la justicia quebrada. Por no se sabe qué razones, estas pinturas estuvieron escondidas tras un tabique de ladrillos durante siglos y solo en 1958 pudieron ver la luz del día y ser apreciadas por los amantes del arte y de la justicia. De la justicia, digo bien, porque la lección cívica que esas antiguas figuras nos transmiten es clara e ilustrativa. Hay jueces buenos y justos a quienes se agradece que existan, hay otros que, proclamándose a sí mismos justos, de buenos tienen poco, y, finalmente, además de injustos, no son, dicho con otras palabras, a la luz de los más simples criterios éticos, buena gente. Nunca hubo una edad de oro para la justicia.

Hoy, ni oro, ni plata, vivemos en tiempos de plomo. Que lo diga el juez Baltasar Garzón que, víctima del despecho de algunos de sus pares demasiado complacientes con el fascismo que perdura tras el nombre de la Falange Española y de sus acólitos, vive bajo la amenaza de una inhabilitación de entre doce y dieciséis años que liquidaría definitivamente su carrera de magistrado. El mismo Baltasar Garzón que, no siendo deportista de elite, no siendo ciclista ni jugador de fútbol o tenista, hizo universalmente conocido y respetado el nombre de España. El mismo Baltasar Garzón que hizo nacer en la conciencia de los españoles la necesidad de una Ley de la Memoria Histórica y que, a su abrigo, pretendió investigar no sólo los crímenes del franquismo sino los de las otras partes del conflicto. El mismo corajoso y honesto Baltasar Garzón que se atrevió a procesar a Augusto Pinochet, dándole a la justicia de países como Argentina y Chile un ejemplo de dignidad que luego sería continuado. Se invoca en España la Ley de Amnistía para justificar la persecución a Baltasar Garzón, pero, según mi opinión de ciudadano común, la Ley de Amnistía fue una manera hipócrita de intentar pasar página, equiparando a las víctimas con sus verdugos, en nombre de un igualmente hipócrita perdón general. Pero la página, al contrario de lo que piensan los enemigos de Baltasar Garzón, no se dejará pasar. Faltando Baltasar Garzón, suponiendo que se llegue a ese punto, será la conciencia de la parte más sana de la sociedad española la que exigirá la revocación de la Ley de Amnistía y que prosigan las investigaciones que permitirán poner la verdad en el lugar donde estaba faltando. No con leyes que son viciosamente despreciadas y mal interpretadas, no con una justicia que es ofendida todos los días. El destino del juez Baltasar Garzón está en las manos del pueblo español, no de los malos jueces que un anónimo pintor portugués retrató en el siglo XV.




El Cuaderno de Saramago