Tu y yo actuamos igual. Tu también eres uno de los nuestros. Él es como tu o como yo. Somos unos muy pocos a quienes el destino nos dio la posibilidad, y es que nosotros dominamos. Nosotros podemos hacer cuanto queramos, podemos llegar a donde queramos, esclavizar lo que queramos. Podemos someter a todos cuantos nosotros queramos. Podemos, no solo influenciarles, sino que actúen de tal forma que nos beneficie. Podemos pasarnos esos miseros años que nos otorgue nuestra vida actuando como miserables. Podemos demostrar que eso de la vida no merezca la pena. Podemos hipnotizar el comportamiento de los demás. Esa inmensa mayoría no dirá nada, no se quejará, porque nosotros no querremos que digan nada, que no piensen en decir nada, ni siquiera que piensen. Si algún valiente piensa nosotros lo callaremos sin ningún problema. Nosotros no obtendremos repercusión de ningún tipo. No recibiremos nada que no queramos recibir. Ni el futuro nuestro ni el de nadie nos importará. Recibiremos cuanto queramos recibir. Recibiremos el infinito. A nosotros no nos afectará el riesgo que cometamos. La sociedad del riesgo somos tu, yo y él; y nadie más. Los demás que se preocupen ellos mismos. Nosotros arrasaremos con todo. Nosotros seremos los amos de todo. Nosotros destrozaremos todo. Destrozaremos todo lo que merezca la pena que exista. Todo lo bello que hay en este minúsculo planeta desaparecerá. Todo lo importante desaparecerá. Crearemos cosas innecesarias y le exprimiremos todo beneficio. Nuestra vida no tendrá sentido, por lo que le buscaremos el sentido destruyendo más y más. Seremos los reyes de la incultura. Todo por lo que merezca la pena ser visto, olido, tocado, saboreado o oído desaparecerá. Todo lo que merezca la pena desaparecerá. Todo por lo que merezca la pena vivir, desaparecerá. Le quitaremos el sentido a la vida. Porque somos los poderosos. Y no pararemos, oh sí, claro no pararemos hasta que acabemos definitivamente con alguna señal de vida, mientras nos beneficiemos. Todo porque no tenemos ni corazón ni cabeza.
Hacomar Diepa Perdomo.
