Nosotros vivimos en lo que se puede llamar hoy, sin ninguna exageración, un desierto de ideas. No hay ideas, no hay ideas nuevas, no hay ideas que movilicen, no hay ideas que hagan levantarse a las personas de su resignación, pues todos nos hemos resignado a una especie de fatalidad que no acepta cambios. Pero las ideas tampoco nacen así como así, es la propia sociedad la que tiene que generar eso, y, cuando ocurra, empezaremos a hacer algo.
José Saramago.
Les petits aviateurs qui rêvent. RMT.